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lunes, 25 de marzo de 2013

Una ETA/PAH de la Democracia

Atónito me he quedado al leer en Twitter que la señora Cifuentes afirma que una plataforma como la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) tiene trazas o simpatías con ETA. Hace pocos días que se tildó a esta plataforma de "lobby social" y a Ada Colau de lobista, y ya me quedé prendado de la facilidad con la que nos manipulan. Quedó en evidencia que un lobby había contratado a un lobista para que dijese que la Democracia es un lobby.

Con dos cojones.

Pero, tras esto, resulta imposible plasmar con palabras el asco que siento ahora mismo.
Esta misma mañana leí una referencia a una aseveración similar por parte de Toni Cantó. Reconozco que quedé sorprendido, pero al ser una foto y no un tuit directamente, no quise precipitarme. Si bien es cierto que Toni Cantó tiene predilección por meter la pata, pedir pedón, volver a meter la pata, no pedir perdón, equivocarse, volver a equivocarse y así, formar un bucle, pensé que tal vez todo era producto de una mofa atribuída a él para hacer daño. Ahora tengo mis dudas.
En cualquier caso, lo que me llama poderosamente la atención es lo fácil que resulta difamar en este país.
Y digo difamar porque presumo que es mentira. No he leído la "noticia" al completo, pero me resulta inverosímil que una plataforma de ciudadanos afectados por la política bancaria (y la bancaria política) española, tenga cualquier tipo de vínculo con un grupo que está en pleno proceso de abandono de las armas y que no ha tenido actividad en mucho tiempo. Justo hasta ahora... qué casualidad. Cuando digo que la PAH simpatiza con ETA, sale a la luz la misma semana que se rompen los acuerdos, la doctrina Parot, etc. Qué coincidencia, ¿no?

Al margen de esto, digo que entonces, y poniéndome en plan arrogante y ácido, debe ser cierto...
Evidentemente, si la delegada del gobierno ha afirmado algo así y no ha dimitido o hay una denuncia al respecto, es porque ha aportado documentación que sostenga, no ya una teoría, sino algo demostrado más allá de toda duda razonable.
Que si me da por ser malpensado (y lo soy), todo esto empieza a ser una maniobra coordinada desde el mismísimo gobierno para que la ciudadanía se ponga los unos en contra de los otros. Lo de siempre, pero sin fútbol y de forma chapucera y descarada.
Total, si la gente no ha reaccionado a estas alturas, es que ya están sometidos.

 Hace tiempo que se me ocurrió, con la intención de meter miedo, que el silencio es más efectivo que el ruido a la hora de intentar intimidar.

Imaginad un partido de fútbol, por ejemplo.
Todo un estadio, lleno de gente, dando la bienvenida al rival en completo silencio...
Imaginad, ¿cuánto? ¿setentamil personas? Todas en absoluto silencio dando la bienvenida al rival.
Imagidad aquel sencio sepulcral en Los pájaros, de Alfred Hitchcock. Esa escena en la que los protagonistas salen de la casa y se ven rodeados de una legión de aves en el más absoluto de los silencios.
Ahora imaginemos así un "Escrache"... que no puedan decir en ningún momento que hay ataques, violencia o coacción alguna. No te intimido: yo sólo te dejo solo, perdido en la inmensidad de tus pensamientos.
Y demostrar que los problemas de los ciudadanos, los expresan los ciudadanos.
Lástima que los políticos no se den cuenta de que no son una herramienta para encontrar la solución, sino parte del problema o directamente el problema.

Imaginad en qué clase de mundo paralelo viven que son el ciego guiando al que ve en una realidad muy negra.

martes, 19 de marzo de 2013

Madrid 2020



Puede que mi punto de vista a veces se salga un poco de tiesto, pero creo que es perfectamente lícito tener una opinión. Y puede que haya voces discordantes respecto a esa opinión o que no se esté de acuerdo. En cualquier caso, la libre circulación de opiniones nunca se puede enfocar como un fracaso. Tal vez deberíamos poner en común todas esas opiniones y llegar al punto de fuga que de perspectiva a las ideas.

Política, creo que se llama.

El caso es que con todo esto de Madrid Olímpica y el COI de visita, la viabilidad de construir edificios obscenamente innecesarios en plena crisis e intentar hacernos ver que todo es para los ciudadanos… me da un poco de dentera. Quieren la candidatura como sea y no les importa mentir. “Hay dinero”; “Es viable”; “Podemos financiarlo”; “Ya está prácticamente hecho”… Y las mejores son las que implican una visión de futuro: “Todo esto es para los madrileños”; “Todo es aprovechable”

El día que no queden moros, panchitos y demás “purria”, y en este país no cambie absolutamente nada, tal vez la ciudadanía empiece a darse cuenta de cuál es el verdadero problema.
En plena crisis, en la que nos están recortando en Educación, en Sanidad, en Deporte, en ayudas, etc., tienen la desvergüenza de afirmar que se puede hacer un gasto de ese calibre sin poner en riesgo, aún más, la economía de toda una comunidad. Qué huevos.
Imaginemos, por un momento, la cantidad de intereses oscuros que habrá detrás. La cantidad de sobres que estarán sobrevolando la ciudad en estos momentos. Nos quitan la sanidad, la educación y el deporte para construir edificios y que practiquemos deporte.

A ver si me he enterado:
Lo de las ayudas de la ADO no funcionan. Los deportistas tienen que autofinanciarse y/o arruinarse. La “cantera” funciona a base de suerte, enchufe, apellidos, coleguismo o cuna… Pero quieren construir unos edificios con todo nuestro dinero para que podamos jugar a las canicas a cubierto. Pagando una cuota, claro.
Qué bueno. Menudos políticos.
Y ya me se la campaña: “Esto es una oportunidad estupenda para vender la Comunidad y atraer turismo e inversión”.

Soy un madrileño afincado desde hace tiempo en Cataluña. Mi opinión ha cambiado bastante con respecto a algunas cosas. Y no es que me hayan abducido o lavado el cerebro. Es que resulta que la frase de "el racismo se cura viajando" es muy extrapolable a otras cosas y este es un claro ejemplo. Es equivalente a “la ignorancia se cura leyendo”. Ambas frases engloban una idea.
Desde fuera las cosas se ven de otra manera, básicamente porque crees saber lo que te cuentan y eso es poco saber. Me contaron cómo era Londres y estar allí me gusto más que oír cómo era. Me contaron una experiencia en el Louvre y la mía fue mucho mejor porque fue tuve la oportunidad de vivirlo por mí mismo. Tal vez por eso quiero viajar.

Que Madrid quiera organizar unos JJ. OO. y nadie haya obligado a que las siete estrellas formen parte del logotipo o de la imagen es la clara evidencia del punto de vista con respecto a sus propias raíces y el papel que juega dicha comunidad en España. 


Madrid es España.
Madrid, como comunidad, carece de raíces. O al menos las está perdiendo. No tiene nada que aportar más que el nacionalismo colectivo.
Allí se gesta la crítica más voraz hacia otras comunidades que defienden su identidad personal por encima de la colectiva. En vez de defender el nacionalismo único basado en la convivencia de distintos nacionalismos unidos con fuerza, lo que tienen es una identidad que se ha disipado en detrimento de otra mucho menos personal y que en realidad está dispersa en la confusión que produce la defensa del nacionalismo que ataca el nacionalismo.

Las siete estrellas es el concepto

Como madrileño me siento decepcionado porque no se ha sabido defender la idiosincrasia de un pueblo que organiza unos juegos olímpicos. No sabemos defender nuestro país porque no sabemos defender nuestra casa, nuestra calle, barrio y ciudad.

martes, 12 de marzo de 2013

11-M

Recuerdo que hacía cola en el ambulatorio que había junto a mi casa. Había una concentración de gente considerable. Todos habíamos sido citados para una analítica, por lo que el tiempo de espera era corto. No había malas caras ni gestos de reproche en el rostro de nadie o resoplidos que indicasen nerviosismo.
Si la memoria no me falla, ya había entregado mi muestra de orina y me tocaba la odiosa extracción de sangre. No es el dolor lo que temo, porque ni siquiera es temor. Es esa horrible sensación que se me revela como si me estuviesen quitando la vida poco a poco. Con insoportable lentitud, como si se recrearan.

Llevaba tiempo con mal estar general. Flojera y mucho cansancio. Recuerdo que me iba a la cama muy cansado y tras un plácido sueño, me levantaba agotado. Los complejos vitamínicos no habían conseguido invertir esa sensación, por lo que se dispusieron a buscar enfermedades como leucemia o Sida. El mal trago era considerable.

Sonó el móvil. Mi móvil no sonaba y mucho menos a poco más de las ocho de la mañana, por lo que supuse que se interesaban por mi y mis pruebas. Tuve que pasar el mal trago de que me rogaran que apagara el móvil. "Crea interferencias con los equipos".
Luego sonó otro móvil. Y otro. Y otro... A nadie se le pasó un detalle así.
Había una radio que sonaba muy baja. Se oyó la palabra "atentado" y todo el mundo guardó silencio para intentar oir lo que decía la locutora.
Aguardé pacientemente hasta que llegó mi turno, aguanté el trance sin mayor percance y salí con premura, crucé la calle subí a casa y puse la tele.

Todo era confuso. Se hablaba de varias explosiones, pero no se podía concretar mucho.
Yo no tenía demasiada prisa, porque en el trabajo había avisado de mi analítica y por lo que decían en las noticias, estaban suspendiendo servicios de Metro y Cercanías. Mi destino era Avenida de América, por lo que las probabilidades de poder llegar en transporte público, eran nulas. Tampoco tenía intención de hacer uso del transporte público, dadas las circunstancias.

Una vez tenía todo preparado, inicié la caminata. Me esperaba un largo camino. Una vez recorridas, más o menos las dos terceras partes del total de mi periplo, vi que habían instalado unidades móviles de extracción de sangre. Había colas inmensas de gente, esperando para donar sangre. No me sorprendió, ya que poco antes, al pasar por el Hospital Gregorio Marañón, el trasiego de ambulancias y gente había resultado alarmante.
No me sorprendió, pero sí me sobrecogió.

Poco después conseguía llegar a mi puesto de trabajo. Era un edificio de oficinas.
Nadie hablaba de otra cosa. Todo el mundo intercambiaba información: todo el mundo comentaba lo que había oído.
Las cifras eran confusas, pero todo apuntaba a que era muy gordo.
Subí a mi "despacho", donde me cambié, como todos los días y directamente me senté a la mesa, frente al ordenador. Abrí internet. Traté de encontrar respuestas, pero la confusión reinaba en La Red igual que en el mundo exterior.

El resto, ya lo sabemos.

Ese día no se me olvidará nunca. Puede que olvide o recuerde distintos detalles puntuales, pero no olvidaré el 11 de marzo de 2004.

No voy a decir que el día posterior fue peor, porque sería olvidarme de las víctimas. Pero el día 12 todos nos convertimos en víctimas al subirnos al metro y sentir pánico.
Me resulta imposible olvidar la expresión de pavor en los rostros de todos cuantos compartían viaje conmigo en aquel vagón medio vacío. Todo el mundo se miraba con recelo. Todos mirábamos las mochilas ajenas. Todos sospechábamos de todos.
Alguien rompió a llorar. Sus lágrimas encontraron compañía rápidamente. Fue un largo viaje.

Lo recuerdo como dos de los días más tristes de mi vida.

 Y no voy a olvidar.


En mi ausencia

He estado desaparecido durante un tiempo y se ha abierto diferentes frentes para dar y tomar. Da para largas diatribas sobre lo chungo que está todo ahí fuera.
Y sí que es cierto.

Hoy mismo he estado en lo que se suele llamar de forma genérica "gran superficie" para no dar nombres de grandes supermercados. Soy consciente de que es algo habitual visitar estos centros para realizar la compra. Lo que pasa es que desde hace algún tiempo en casa hemos relegado ese sistema de realizar nuestro abastecimiento. Preferimos hacerlo día a día, ya que nos pilla el supermercado justo enfrente del colegio y al ir a recoger a la reina (princesa, mejor dicho) de la casa, hacemos la compra decidiendo in situ qué cenar. Hoy hemos hecho compra del mismo modo: en plan pequeño, pero en esta gran superficie. Ha sido necesidad por adaptación. Había que cambiarle el aceite al coche y realizarle una pequeña revisión, y lo mejor era llevarlo a una cadena de esas "económicas" que están emplazadas estratégicamente al lado del Carref... de la gran superficie.

Así que hemos estado haciendo tiempo. Mirando, cotilleando y señalando cosas que queremos comprar y no podemos.
-!Ala, cari! ¿Has visto esa tele de plasma de 4.000€?
-Si.
-¿Y el Modern Warfare III? Jo: hace un año y medio que salió y aún no lo he pillado.
-Y así va a seguir.
-Mira: un monitor de ordenador por 87 eurillos. El nuestro hay que jubilarlo, que ya está dando problemas.
-Para el mes que viene.
Y así durante un buen rato.

Ha habido un momento que he mirado a mi alrededor y me ha embargado el miedo... Éramos cuatro clientes en una superficie que no sabría calcular. Algo así como ¿un Alcampo? ¿un Carrefour? ¿un Caprabo? Pero de los grandotes.
Entonces, me he preguntado ¿Estarán así todos los centros comerciales? Vale: es lunes por la mañana... de acuerdo. Pero ¿Estarán así todos los centros comerciales?
¿Cuánto queda para que este mondongo del consumismo se vaya a la mierda y nosotros con él? Qué mal rollo.

Justo después se me ha venido a la cabeza un holocausto zombie. La peli de George A. Romero de igual título: "Zombi" y el fantástico remake de Zack Snyder y con título de otra película, también de George A. Romero: "Amanecer de los muertos". De hecho, es la precuela de la anterior mencionada, Zombi (qué curioso). Se me ha venido a la cabeza por la mezcla de conceptos, supongo: por eso del "holocausto" y "la gran superficie". Rápido ha salido de mi cabeza.

El caso es que yo comiéndome la cabeza, preocupado por arreglar el coche para pasar la ITV y tenerlo a punto, mientras relleno huecos con holocaustos mentales y nuestros políticos reunidos en el Ritz, viviendo de lujo y saliendo por la puerta de atrás para no dar explicaciones. Eso en un lado.
En otro, la que estaba espiando se siente espiada y reniega de la policía que la protege a ella y nos hostia a los que nos manifestamos contra ella. Y, claro, aprovecha la coyuntura y llama a la Nacional... Así, malmetiendo sin querer y poniendo de malos a la "autonómica": la "independentista".
El ayuntamiento de Ponferrada pactando con un condenado por acoso sexual y que, resulta, que seguía ejerciendo como concejal después de ser condenado... y todo para aferrarse al poder!
El gobierno lamiéndose las heridas (y las pelotas) por los casos de corrupción interno sin hacer mención alguna a los casos de corrupción interno.
La ministra de sanidad, plantada en una rueda de prensa en Nueva York porque no iba a admitir interrogatorio tras su exposición, ya que se intuía una batería de preguntas incómodas, presididas por financiación para fiestas, viajes y confeti.

Esto es el coño de la Bernarda.

Y me meto en páginas de descarga, y ¡no hay nada! En lo que va de año, he descargado dos discos y no he escuchado ninguno. Qué floja está la cosa. Y en pelis, otro tanto. Ya, ni circo... Porque La Liga de fútbol no vale ni para echarse la siesta.
Mejor, supongo. A ver si la gente levanta la vista y le da por cambiar las cosas. Sí que se puede.

Es cuestión de echarle huevos.

viernes, 1 de marzo de 2013

En directo



Podría haber realizado muchas entradas durante estos días. No me faltan las ganas, la verdad. Viendo cómo está el patio, bien podría realizar una entrada al día, porque la realidad política y social de este país inspira de distintas maneras.
El problema es que no tengo tiempo. Este es el primero blog que abrí, pero tengo otros dos más activos y otro en letargo.

Tras las explicaciones de María Dolores de Cospedal y el finiquito en diferido, me entraron ganas de despotricar largo y tendido, pero ¿Para qué? No iba a conseguir cambiar nada y todo se puede reducir a un simple concepto:

“Si ni siquiera eres capaz de prepararte esa explicación, es que tu arrogancia ha llegado al límite. Si te da igual qué o cómo decirlo, es que estás tranquila y, por tanto, estás insultado a toda una ciudadanía”.

Lo malo es que, efectivamente, no ha pasado nada. Nadie ha dimitido en el último año. Al menos nadie de los que tendrían que haber dimitido. Y nadie lo va a hacer. Están esperando a que los echemos.

Lo de Bárcenas es un escándalo que está destapando las miserias que todos conocíamos. Y creo que esto es sólo la punta del iceberg. Y barcos más grandes se han hundido por culpa de la punta de un iceberg.
No se cómo terminará, pero está claro que los políticos españoles están demasiado ocupados, tratando de limpiar sus propias heces, como para intentar reflotar la situación actual del país. ¿Que saldremos de ésta? Pues eso espero. Tardaremos más o menos dependiendo de cómo se gestione toda esta crisis. Y la están gestionando muy bien. Para sí mismos.
Y no voy a entrar al detalle de lo que pienso de cada uno. Lo que es evidente es que cada uno se mete solito en el pozo en el que está. Van desgastándolos uno a uno: excepto a Soraya Sáez de Santamaría, que aguanta ese semblante serio y aparece sólo para decirnos lo que el gobierno quiere que diga. Es la mensajera que nadie mataría porque el mensaje sea mejor o peor.

Y hoy se ha revelado que la tasa de paro juvenil en España supera el 50%.

Se supone que los que tienen que estar estudiando ya no pueden estudiar porque sus padres no pueden pagar las tasas para que estudien.
Los padres no pueden pagar las tasas de los estudiantes porque, o están desempleados o no llegan ni a pagar sus hipotecas.
Los jóvenes que han acabado sus estudios no pueden trabajar porque no hay empleo y, los que hay, los quieren sus padres que tienen más experiencia.
Los abuelos no pueden jubilarse porque sus nietos no pueden acceder al trabajo y sus hijos están en el paro.

Resumiendo:

  • Los jóvenes que se tienen que preparar para el mercado laboral no lo hacen porque no pueden acceder a los estudios que les prepararán, pero tampoco pueden trabajar; 
  • Los padres no pueden pagar los estudios de sus hijos, las hipotecas de sus casas y las pensiones de sus padres, porque o no tienen trabajo o tienen empleos de mierda; 
  • Los abuelos tienen que mantener a sus hijos y sus nietos con pensiones de mierda que de momento parece que las paga los pocos jóvenes y no tan jóvenes que tienen trabajo…


Y mientras tanto, los que se tienen que encargar de gestionar el país, el trabajo, la justicia, el deporte, Hacienda, el Ejército, la sanidad, la educación, los museos, la pesca, el litoral, el turismo, la caza, la industria, las leyes…etc., se están dedicando a limpiar desesperadamente la mierda que les llega hasta el cuello. Los mismos que no saben gestionar un país están centrados en resolver sus propios problemas.

Bueno: puede ser que nos estén gestionando en diferido.