Lo de Carromero me ha dejado un poco alterado. La noticia la
he seguido desde el principio, pero como el que sigue algo sin demasiado
interés. Me he ido enterando a medida que iban publicando o emitiendo noticias
en prensa y televisión.
Lo más curioso ha sido las reacciones desde distintos
partidos políticos, que en la mayoría de los casos era el contrapunto a la
noticia o incluso la noticia en sí misma.
Al tal Carromero le han concedido eso de cumplir la condena
en su propio país y nada más saberse esto, lo primero que se ha hecho es una
porra sobre cuánto va a cumplir o si le van a conceder ese perdón que últimamente
tanto regalan a estafadores, políticos y determinados personajes importantes.
Recordemos que este buen hombre se fue a Cuba: ese país que
tanto repudia nuestro gobierno por vivir bajo el yugo opresor de una dictadura.
Y voló allí para ayudar a la disidencia y financiarla. Que puedo equivocarme,
pero desde luego, eso tengo entendido. No es un delito hacer algo así, pero si
tan peligroso es Cuba y su horrible dictadura, realizar ese viaje es correr un
riesgo.
Por desgracia, lo que aconteció allí no fue una persecución
ni una caza al disidente: fue un accidente de tráfico producido por una
imprudencia.
Y el que conducía era extranjero que ayudaba a la disidencia,
con el carné retirado y un historial de no te menees, entre los que cuentan
multas de tráfico pendientes de pago al Ayuntamiento de Madrid… ese para el que
ahora trabaja y que le da un sueldo.
Es juzgado, condenado a cuatro años y siguen diciendo que en
Cuba hay dictadura. Lo extraditan para que pueda cumplir la condena en su
propio país y siguen diciendo que en Cuba hay una dictadura... y que en España,
lo que ha pasado allí, no sería un delito.
Sinceramente, no he pisado Cuba en mi vida y no voy a ser yo
el que defienda lo que creo, es un régimen totalitario: ese tipo de sistemas
políticos en los que alguien realiza los cambios que quiere, impone su
criterio, se rinde ante los intereses que considere oportunos, no rinde cuentas
al pueblo, encarcela a quien está en contra, libera presos a dedo... etc. Cuba,
Cuba… hablo de Cuba.
Que quiero dejar muy claro que no estoy empapado en esta
materia, pero según tengo entendido, Carromero es un militante del Partido
Popular que ha ido a Cuba a financiar a la disidencia y, en un accidente del
que dicen (bueno, en realidad, no lo "dicen": Ha sido condenado) es responsable, ha resultado muerto el líder de la disidencia cubana
y otra persona más. ¿Y no tendrían que ser los procastristas los que se
tendrían que estar desviviendo por Carromero? ¿Qué es lo que mueve a ciertos
políticos del PP a jalear a este personaje tan pintoresco?
En serio, de verdad: qué poco serios que son nuestros
políticos y expolíticos. Se pasan el día diciendo tonterías, haciendo
tonterías, regulando nuestros derechos, publicando sus bienes en el último
momento y jugando al Apalabrados... y aquí no pasa nada.
Pero es normal: ¿Dónde está el límite de lo que se puede y no se puede hacer, si hagas lo que hagas, nunca pasa nada? ¿Qué más da si algunas voces discordantes dicen o decimos que esto es un cachondeo? Total, aquí nunca pasa nada y, si pasa, no importa. Ya se nos olvidará. Al fin y al cabo, llevamos años y años demostrando que los ciudadanos españoles somos unos pusilánimes y pueden hacer con nosotros lo que les de la gana. Y si a alguno se le hinchan las narices, se le tilda de violento, etarra o de extrema izquierda, y listo: todo el pueblo se postula en su contra. Sin pensar ni nada… Que para eso ya están los políticos a los que elegimos para que hagan lo que tanto nos cuesta a nosotros. Pensar.
Pero es normal: ¿Dónde está el límite de lo que se puede y no se puede hacer, si hagas lo que hagas, nunca pasa nada? ¿Qué más da si algunas voces discordantes dicen o decimos que esto es un cachondeo? Total, aquí nunca pasa nada y, si pasa, no importa. Ya se nos olvidará. Al fin y al cabo, llevamos años y años demostrando que los ciudadanos españoles somos unos pusilánimes y pueden hacer con nosotros lo que les de la gana. Y si a alguno se le hinchan las narices, se le tilda de violento, etarra o de extrema izquierda, y listo: todo el pueblo se postula en su contra. Sin pensar ni nada… Que para eso ya están los políticos a los que elegimos para que hagan lo que tanto nos cuesta a nosotros. Pensar.
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