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sábado, 27 de julio de 2013

Santiago. ERTMS. ASFA. Alvia



Se están vertiendo ríos de tinta y, por lo general, la información acaba siendo confusa, ya que hay muchos medios informando y la mayoría de ellos lo que quieren es protagonismo.
Esto es algo normal cuando se quiere informar de un suceso político, por ejemplo, y los medios pujan por ser los que antes consiguen la información. El problema es que, cuando la noticia es un accidente tan grave como el de Santiago, la prudencia a la hora de informar debería ser autoimpuesta.

Al maquinista lo han condenado. Necesitan un culpable y ya lo tienen.

Por otro lado, gente que no entiende de una materia concreta intenta informarse y muchas veces no acuden a la fuente adecuada o no prestan atención.

Voy a intentar despejar ciertas dudas desde el conocimiento directo de la materia. Puedo errar, pero seguro que acierto bastante.

Un tren Alvia no es un modelo de tren concreto, sino un servicio de larga distancia. Se caracteriza porque puede realizar trayectos por vía de ancho nacional (esto fue decisión del Caudillo por miedo a una invasión francesa) y por ancho de alta velocidad (el normal, vamos). Estos trenes tienen capacidad para la alta velocidad, pero no son las mismas series que el material que realiza los tramos de Madrid-Barcelona, por ejemplo. Tampoco hay que confundir el concepto de Ave (como material rodante), con la Alta Velocidad y con Alvia.

Serie 130

Serie 252

Serie 730

Serie 120


El accidente de Santiago:

Ahora, veamos las confusiones que han surgido por el exceso o defecto de información y, sobretodo, por lo poco fiables de las fuentes.

Los Alvia cuentan con los equipos de seguridad ERTMS, ASFA y LZB (instalado en algunos modelos, pero no en uso). El primero se usa en ancho de alta velocidad y el segundo en el ancho nacional. Pueden funcionar conjuntamente pero, como es lógico sólo en ancho de alta velocidad, ya que en ancho nacional no hay ERTMS.
Al margen de estos sistemas y a modo informativo, existe otro procedimiento paralelo que se encarga de asegurar que el tren se parará en caso de que al maquinista le suceda algo que le inhabilite para la conducción. Se le llama “hombre muerto” y consiste en una serie de botones, repartidos en la cabina, que el conductor ha de pulsar cada pocos segundos, confirmando su presencia constante. Si pasa el tiempo estipulado -tres segundos si pulsar ningún botón o veinte si lo deja pulsado de forma constante-, el tren se detiene automáticamente.
Esto no tiene nada que ver en lo acontecido el pasado 24 de julio. Si lo añado es para complementar la información.

El trazado de las líneas de alta velocidad tiene curvas de un radio muy amplio, para que estas sean lo más abiertas posibles y los trenes puedan circular a altas velocidades. Como es lógico, una curva cerrada no puede ser tomada a una alta velocidad.

En el accidente de Santiago hay confusión porque se está mezclando el concepto de Alta Velocidad Española con el servicio Alvia y sin dejar claro que el fatídico suceso, se produce en ancho nacional. Por eso la curva es tan cerrada. No es una curva cerrada en ancho de alta velocidad, sino en ancho convencional.
Esto, ¿Qué quiere decir? Pues que si no estaba activado el sistema ERTMS es porque era imposible, ya que en esa vía no está instalado. Y no es una negligencia o un ahorro en seguridad. En la red de Cercanías tampoco hay sistema ERTMS. Esto es algo que no se puede discutir.
Como ejemplo: En el tramo del accidente no hay sistema ERTMS, al igual que en una moto no hay airbag. No es defecto de seguridad, sino que no funcionan de forma conjunta ambos conceptos.

Ahora bien: el ASFA… y aquí es donde a mí la información se me podría escapar un poco.
El sistema ASFA tiene dos posiciones: Básico y Digital. El digital sí habría parado el tren, impidiendo que el maquinista superase la velocidad máxima de la curva. Precisamente, en ese tramo, el ASFA es básico (por motivos que desconozco) y el maquinista tiene el control absoluto del tren.
Esto no es una negligencia por parte de las instalaciones o las infraestructuras. Es algo puntual. ¿Por qué? Lo desconozco.
Lo que es seguro es que el maquinista está informado y es consciente. Además, ya se ha dicho que tenía experiencia.

Entonces, ¿Qué pasó? ¿Por qué iba a esa velocidad?
Lo ignoro completamente. Dejemos que se investigue.
Desde mi punto de vista, creo que fue un error humano: un despiste, tal vez.
Lo que está claro es que todo está abierto a la especulación y son los encargados de revisar el sistema jurídico (la caja negra) los que darán luz al suceso.

Lo que me parece deleznable es el papel que está jugando la prensa y algunos medios en todo esto. Es lo de siempre, y siempre digo lo mismo en estos casos.

Si os surgen más dudas, preguntad. Y, si puedo resolverlas, lo haré encantado.

viernes, 26 de julio de 2013

Alta velocidad

Estoy tan consternado como el que más tras el accidente de tren en Santiago de Compostela del día 24.
Tal vez más, porque soy ferroviario. Y tal vez aún más, si cabe, tras ver que los medios de comunicación se dedican a hacer prensa sensacionalista, en vez de investigar las causas y circunstancias del accidente.
Les da igual: ya tienen víctimas, vídeos, imágenes, lágrimas y lo más importante: alguien a quien culpar. 
El maquinista. 

Nadie le defiende, porque no sólo confeso el exceso de velocidad, sino que también hemos podido confirmarlo con el corto vídeo del fatídico momento.

Lo que no entiendo es, ¿por qué el periodismo no se pregunta el motivo para que alguien que conocía la ruta fuese a esa velocidad? ¿No es extraño? ¿Y los sistemas de seguridad? 
Lo más fácil es preguntar a los "expertos" y que sean ellos los que respondan lo más conveniente, en vez de informarse a través de otros maquinistas, por ejemplo.
Lo primero que se hace es prueba de alcoholemia al conductor y acto seguido mirar el libro de mantenimiento y comprobar el último registro.
La seguridad en vía, las presiones, sistemas de seguridad, intereses, privatizaciones... Eso se obvia. 

Ahora todo el mundo es experto en sistemas de seguridad ferroviario, porque es tan sencillo como aprender siglas. ASFA, ERTMS, JRU, BCU, BTM o ATMS. Y ya está: a hablar y decir que el maquinista es el culpable.

No hay presunción de inocencia para un trabajador. Esas cosas con para políticos, banqueros, extesoresos o miembros de la familia real. 

A diferencia del accidente de Hispanair, el conductor está vivo y se defenderá.

Nadie pone en duda el exceso de veñocidad como causa del descarrile. Lo que nadie pregunta es el motivo por el que un maquinista que realizaba esa ruta con frecuencia y estaba experimentado, tenía que ir a esa velocidad. Ahora todos sabemos que ese mismo maquinista cometió la "imprudencia" de hacer una foto del velocímetro y hacer un comentario al respecto. De verdad que no lo entiendo. 
Tenemos los políticos que nos merecemos y la prensa que merecemos. 


Recordad: Renfe devuelve el importe si el Ave llega más de cinco minutos tarde... Que los trabajadores fallan, las máquinas fallan, los sistemas fallan y las instalaciones se deterioran.
Que hay que dejar investigar e informar. 
Que no todo es vender a base de primicias. 

Que no se puede cerrar una investigación antes de comenzarla.

martes, 16 de julio de 2013

Aquí y ahora

Supongo que, si es que resulta que alguien me lee, se estará (u os estaréis) preguntando qué tengo que escribir sobre todo lo que está aconteciendo ultimamente.

Bárcenas, Rajoy, Cospedal, Floriano, la Justicia, papeles, cuentas... Lo cierto es que la información se sucede a cada minuto que pasa. 
Y no soy periodista. Eso creo que ya ha quedado claro. Si vierto mi opinión sin aportar enlaces o información es, básicamente, porque no invierto mi tiempo en, buscar, confirmar o cotejar información: me limito a escuchar, ver y pensar y expresar mis conclusiones abiertamente. Y, si lo hago, no es con el afán de concienciar o querer remover la conciencia de nadie. 
No me considero un líder ni creo que la gente necesite que nadie piense por ella.

Simplemente, me gusta pensar y me gusta escribir. Este blog aúna ambas aficiones.

Y dicho esto, la situación de España es extremadamente delicada. Y no a nivel político, que de eso no hay que preocuparse: si no hay uno, hay otro. 
Lo delicado es la situación de inestabilidad social. 
Tenemos lo que nos merecemos porque somos corruptos. La picaresca ha crecido. Ha evolucionado. Ha madurado y se ha convertido en una cruel hija de puta, que nos ha corrompido a todos el ADN. 

Es el "tú también lo harías". El "yo también lo haría" lo que ha arruinado la conciencia de este país porque, si no tenemos la dignidad para exigir respeto es porque no profesamos respeto. 

La ciudadanía no pide dimisiones ni quiere que se depuren responsabilidades porque, ni dimitirían en esta situación, ni quieren aceptar responsabilidades. 

La pelota está en nuestro tejado. Pero no porque nosotros tengamos que mover ficha, sino porque siempre ha estado en nuestro tejado: en eso consiste la democracia. 

Tenemos una oportunidad de oro para establecer un cambio. Ya no vale eso de "nuestra democracia es muy joven..." Ya es mayorcita. Tal vez haya que empezar a educar a la niña

Que ya está bien.