En los medios oiréis cifras. De la delegación del gobierno, de la policía, de los convocantes... Basta con ver alguna foto y, aunque las cifras bailen en la cabeza, uno se hace una idea.
Para quien no haya captado mi punto de vista, recordar que estas personas están mostrando su apoyo a familiares o supervivientes de ETA. Si la plaza no está llena de ciudadanos, como otras veces ha estado Madrid con gestos espontáneos de rechazo a la extinta banda armada, es porque se dejan rodear o directamente son tan fascistas como el que más porque, si a día de hoy, necesitan llorar a sus muertos ondeando esas banderas, jamás les mostraré mi apoyo.
Y no lo intentéis: que os empeñéis en verme como al enemigo, no significa que esos a los que tanto odiáis, sean mis amigos.
Yo soy de un bando distinto: soy demócrata, de la izquierda que jamás ha gobernado y que tiene el beneficio de la duda, y europeo.
Qué vergüenza.
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