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domingo, 30 de diciembre de 2012

2012 en fotos

Este año que nos deja ha estado cargado de anécdotas, vivencias, música, películas, series, conversaciones y, por supuesto, imágenes.
Como son fechas de hacer balance y mirar atrás, quiero hacer una pequeña recopilación de las imágenes de este 2012. Y como me resultaría imposible reunir todas las imágenes que engloben lo que ha sido este año que nos deja y, además, seguro que algún medio de comunicación o periódico lo hará por mi, lo mejor es que os deje con unas imagenes propias. Son fotos que he hecho yo mismo y que podéis ver en mi cuenta de instagram. He seleccionado las que más me gustan, pero hay más. Espero que lo disfrutéis.
Tengo cuenta en Instagram porque la fotografía me gusta bastante. Lo que no tengo es medios para poder comprarme una cámara de fotos que esté a la altura de este hobby y tampoco tengo conocimientos como para sacarle partido a semejante gasto. De modo que la idea de un programa para hacer fotos con el móvil, un puñado de filtros y efectos, y compartirlo con la humanidad, me viene al pelo. Ahora han cambiado la cláusulas y está en vilo mi permanencia en esa red social.


Esta es la segunda foto que colgué en instagram, justo después de la que uso de perfil en algunos círculos. La idea surgió de repente, gracias a que confluyeron dos ideas: estar en la playa y tener un caballito de Lego Duplo. Me vino a la mente la escena en la que Ártax, el caballo de Atreyu, se hunde en las arenas movedizas. Y así salió esta foto.

Esta foto me gusta mucho. Estábamos haciendo el indio en el salón de casa y se me ocurrió hacer una foto. La original es más grande y tal vez capte mejor el concepto.

Vivo en primera línea de mar... ¿Qué esperábais?

De estas tengo muchas, como resultará compresinble, teniendo en cuenta que me paso el día rodeado de trenes. Esta me gusta en particular.

Lo dicho: rodeado de trenes. Estoy casi seguro de que estaba en turno de mañanas ese día.

Atardeceres a la orilla del mar.

Una visita a Montjuïc da para mucho. Me gusta porque conseguí captar la bandad de palomas. Parece añeja, pero es una foto moderna.

De estas también tengo un buen montón. En verano hay casi un castillo o dos por semana.

La Catedral por dentro. Este año he pisado una iglesia en una única ocasión: esta. Y no asistí a misa.

Esta es de otro día, pero sólo por fuera. El destello me gusta.

Lo sé: mola.

En la playa hay muchos bichillos.

Un paseo por la orilla.

Volvía del trabajo y me di cuenta de que, gracias a la lluvia, el cristal estaba muy limpio y que el efecto de lluvia no demasido densa quedaba muy bien. Me decidí a arriesgarme a captar el momento mientras conducía y el resultado me gusta, porque da la sensación de que el cristal está roto.

Soy muy macarra y muy clásico. Un tatuaje de una calavera era algo que tenía que ocurrir.

Me gusta cómo quedó el contraste de luces y sombras.

El mercado de La Boquería tiene una fantástica amalgama de colores, olores y sabores. Me sentí como si fuese un guiri, haciendo fotos en los puestos, pero mereció la pena.

Podría haber quedado mejor con mayores medios, pero me gusta también así. Es la idea lo que cuenta a veces.

el fuego, las velas y los gatos, siempre dan mucho juego para la fotografía.

Podría alimentarme de comida japonesa durante el resto de mi vida. Me cansaría, sí, pero merecería la pena.

Esta foto es una de las mejores. Iba caminando por el paseo marítimo y vi el helado derritiéndose... Aún no me explico cómo se me ocurrió hacer una foto. Lo lógico habría sido esquivarlo y continuar mi camino. Me alegro de haber sacado el teléfono y hacer la foto. Parece que está trucado, pero el helado está derritiéndose entre dos losas y hacen un efecto raro.

Hice la foto por entretenerme un rato y el resultado me recordó al single de Xentrix, "The Order of Chaos".

El famoso Palau de la Música... pero por fuera y sin chorizos dentro. Creo.

Los parques infantiles han mejorado, ¿verdad?

Muchas. De estas hay muchas.

Y más, y más, y más...

En cuanto la hice, supe que era una buena foto. Ya sin filtros era buena. El resultado es la foto con más "likes" que tengo en Instagram.
Normal.




miércoles, 26 de diciembre de 2012

Rodin

Auguste Rodin fue un escultor frances. Todo eso lo podéis leer en cualquier enciclopedia, pero lo que esa enciclopedia no os va a contar es que es mi escultor favorito. No es que sea un gran aficionado a la escultura: simplemente se reconocer lo que me gusta cuando lo veo.

Cuando viajé a Paris, tuve la suerte de poder disfrutar de parte de su obra en el museo que lleva su nombre.

Los burgueses de Calais.



Los burgueses de Calais en detalle y El pensador.


Besos



Me gusta mucho su dominio de las manos. Estos miembros son los más difíciles de realizar para un escultor o un pintor, y Rodin los domina con soltura.




Olas

Las puertas del infierno. Impresionante. Verlo en foto no tiene ni punto de comparación con tener la oportunidad de verse empequeñecido por semejante obra. Mide 6,35 metros de alto, 4 de ancho y 1 de profundidad y contiene 180 figuras, entre las que destacan reproducciones de sus propias obras.



Y mi favorita:

El pensador.


Me gusta en todas sus posibles variantes.






Traté por todos los medios de encontrar una reproducción de El pensador para llevármelo de souvenir de París, pero para ello tendría que haber comprado la figura que vendían en el Museo Rodin y haber desembolsado una cifra que no me podía permitir. Busqué por toda la ciudad, pero no conseguí encontrar tan ansiado tesoro. Me instaban a conformarme con una figurita de la Torre Eiffel.

He buscado en tiendas de escultura, con la intención de encontrar, aunque sea, la escultura en escayola, pero no he tenido suerte. Otra figura que me gustaría tener es la escultura de El pensador sentado en la taza del váter... pero si no he conseguido el original, éste último, aún menos.

Pero sí he conseguido satisfacer ambas a un mismo tiempo. No es lo mismo, pero es un consuelo. Me ha hecho ilusión que la Navidad y una tradición catalana me hayan brindado cierta paz espiritual: el caganer.





lunes, 24 de diciembre de 2012

Vacaciones



Ya está aquí la Navidad y se ha abierto un debate que de vez en cuando asoma la nariz para olisquear un poco la realidad que nos rodea. Cada vez que se acerca un periodo vacacional, el debate sobre si los laicos tenemos o no derecho a disfrutar de dichos días de reposo, queda abierto a que ciertos sectores conservadores insten a los no practicantes a renunciar a vacaciones que al parecer tienen dueño y, por tanto, exclusividad.

Ya que se me puede considerar parte de ese sector que debería renunciar a unos días de asueto por eso de ser un devoto detractor de las religiones, podría enzarzarme en el debate de si realmente Jesucristo redentor nació un 25 de diciembre, si tuvo hermanos, si se casó o si su nacimiento fue realmente fruto de una partenogénesis. Que podríamos también entrar al trapo sobre si basar una religión en ciertos dogmas como la Resurrección y lo natural que hay en adorar a un zombie, puestos a hacer sacrilegios (queda evidente lo “natural” de todo esto). Si me dicen que así puedo conseguir esquivar todos los obstáculos que la Iglesia pone para evitar la apostasía, con sumo gusto continúo mi diatriba herética, pero prefiero enfocar todo esto desde el punto de vista que me empujó a escribir: derecho a vacaciones.

Los días festivos los establece el gobierno a través del Boletín Oficial del Estado (BOE), que establece el número de horas laborales, días festivos y periodosvacacionales.
Lo que nos hace iguales, entonces, no es el dios al que se reza o los días que dedicamos al descanso o los motivos para ello. Lo que realmente nos hace iguales es el número de horas que trabajamos, aunque también depende de los diferentes convenios. En resumen, lo que todos tenemos que disfrutar es de un número determinado de días u horas de descanso, que se establece en algunos casos tras ciertas tradiciones arraigadas y que, en todos los casos, están ligadas a la religión católica, aunque a su vez éstas estén tomadas de otras religiones o creencias ancestrales.
Tal y como yo lo veo, no veo ningún inconveniente en que este calendario se vea variado para que cada ciudadano tenga la responsabilidad y capacidad de distribuirse dichos días libres renunciando a fiestas religiosas con las que no se identifica, por ejemplo. En ese sentido, no me importaría en absoluto trabajar un 25 de Diciembre, un 6 de Abril o un 15 de Agosto. De buen grado lo cambiaría por el día de mi cumpleaños, por ejemplo o el día de mi hipotético aniversario de boda. Al fin y al cabo son fechas más indicadas para celebrar algo que no un día que establece la jerarquía eclesiástica como hito “histórico” en su dogma. Que no me venga nadie a decir a estas alturas que a cualquiera no le gustaría quedarse en casa el día de su cumpleaños y poder atender todas las llamadas telefónicas y felicitaciones sin tener que huir del jefe o tener que dejar el teléfono en silencio.
Otra cosa es que los periodos de vacaciones se establezcan por el calendario escolar y, entonces sí, la ciudadanía prefiera gastar esos días junto a los niños, que son los que nos hacen querer tener más tiempo libre. No hay que olvidar los “enormes” esfuerzos que se hacen por lo de la… ¿Cómo se decía?... ¿Conciliación familiar? Si: algo así. Eso que dice que es bueno para todos que estemos con nuestras parejas e hijos, pero que ninguna empresa suele apoyar.
Además, a día de hoy, que los políticos, los centros comerciales, los convenios laborales y los sindicatos han tolerado que se pueda trabajar los 365 días del año, esto de las fiestas tiene mucho menos sentido y si cada uno podemos elegir qué días disfrutar de las jornadas libres, se cubrirían mejor los puestos de trabajo. Creo yo.

Que una cosa no quita la otra, así que, con toda sinceridad, aprovecho este momento para desearos a todos felices fiestas.
¡¡Feliz Navidad!!

jueves, 20 de diciembre de 2012

#EspañaEsHeavy




Que España es “heavy”, dicen ahora. Esta semana me ha tocado trabajar de turno de noche, así que mi día a día se torna más a contracorriente de lo habitual. Para mí, la noche es el día y el día es la noche. Me acabo de levantar hace un rato y me encuentro con un hashtag en Twitter que reza exactamente como he empezado esta entrada: #EspañaEsHeavy
Y resulta que todo es por un programa de televisión. Uno de esos en los que una única persona con más o menos, mucho, poco o nada de talento, opta a hacerse rico y famoso. Uno de esos programas que están tan de moda ahora. Lo cierto es que no se si se llaman “talent shows” o algo por el estilo. Consiste en soltar un puñado de gente que canta y convertirlos en un producto mediático, vender discos y, cuando la máquina de hacer dinero se estropea, montar otro concurso de las mismas características y transformar la energía que hace que el dinero fluya.

Pues resulta que ayer era la gran final de éste y ha ganado un “heavy”. Para qué queremos más. #EspañaEsHeavy. O el color del dinero es heavy. Resulta que ahora, de la noche a la mañana, todo un país se va a interesar por algo que ha estado ahí desde hace años y por lo que nadie se ha interesado. En realidad nos hemos interesado muchos, pero no debía ser rentable hasta ahora. Y no hablo de que el acceso por parte de los medios haya sido escaso. Lo que digo es que ha sido nulo. Hasta el punto de ningunearnos. Pero ahora mola. Ahora es lo que parte la pana. Todo es superguay. Ahora llevar el pelo largo y la ropa negra, es estar en la onda. Arriba esos cuernos.

http://escuchameatentamente.blogspot.com.es/

La crisis del sector no tiene nada que ver, ¿verdad? Que hayan estado vendiendo una música insulsa, repetitiva y vacía durante los últimos años y que ya no puedan estirarlo más, no tiene nada que ver, ¿no? Internet, la piratería, la ausencia de ideas… no influye para nada.

Pues yo, que para estas cosas tengo mucho olfato, me temo una estrategia de mercado de las buenas.
Me explico:

Si hay algo que está demostrado, es que los “heavies” compramos música original. Edición sencilla, edición limitada o edición coleccionista. Pero compramos siempre que podemos. Seguro que la industria se ha percatado de eso y quiere explotar esa tendencia.
Por otro lado, el movimiento no es sólo meramente musical. También es social. Siempre ha sido un movimiento intelectual, tanto en el aspecto musical como en el aspecto social, pero también a nivel filosófico. Ahora, que estamos sumidos en plena crisis, quieren vender un movimiento contracultural, tal vez para relanzar la industria musical, las tiendas de ropa o esparcir una nueva corriente social. Lo que ayer era una forma de pensar de gente que había meditado su postura a lo largo de su día a día, quieren convertirlo en una moda pasajera. Quieren vender una actitud gracias a que la situación económica es nefasta.
Todo este movimiento se va a ver relegado a la simple camiseta de un grupo, pero van a aprovechar que el movimiento del Heavy Metal siempre ha tenido una conciencia social y que ha sabido enfocarlo desde distintos puntos de vista. ¿Quieres un cambio? ¿Y cómo lo quieres enfocar?




Ahora, todos aquellos que vivían de la música comercial, se van a pasar a un bando no comercial para comercializarlo y explotarlo. Han llegado al Polo Norte, se han dado cuenta de que todo es frío como el hielo y ahora quieren ir al Polo Sur. Los Polos es lo de menos. Lo importante es documentar el viaje, grabarlo, editarlo y venderlo. No buscan la cultura, sino el lucro. Llenarse los bolsillos a toda costa. Poco les falta a los jueces de “La Voz” para abrir una tienda de ropa “heavy”. Seguro que mañana, David Bisbal hará (o intentando hacer) colaboraciones con Jorn Lande o pretenderá grabar unas líneas de voz para Yngwie Malmsteen.

Llevo muchos años escuchando Heavy Metal y sus subgéneros. Desde el primer día he tenido cierta sensación de tener que luchar contra el resto de la sociedad. Al final, con el tiempo, todos terminaron aceptando que escuchase “ruido”. Tiempo después terminaron reconociendo que “ese ruido” no era tan horrible o que incluso estaba lleno de calidad.
Ahora a todos les gusta.
Veinticinco años escuchando esta música, yendo a los conciertos que puedo, escribiendo en webs, blogs, colaborando, etc., y todo de forma desinteresada y ahora #EspañaEsHeavy
A lo mejor es que el esfuerzo de los “metalheads” ha dado resultado. Lo que no tengo muy claro (lo digo con sarcasmo) es si van a empezar a escuchar los grupos de toda la vida o si va a ver una avalancha de nuevas formaciones, creadas todas desde los despachos de las compañías.
¿Os imagináis un cuarteto vocal de los jueces de estos “talent shows”? La de discos que van a vender.

Todo un tropel de canales abiertos en la TDT y no ha habido ni un solo programa dedicado al Heavy Metal. Mañana habrá uno, ya lo veréis. Mañana mismo, la misma cadena que ha organizado y amañado el concurso que ha transformado a #EspañaEsHeavy, contará con un programa de estas características y nos venderá toda una serie de productos que ya tenían preparados desde hace meses.

Os dejo la gran final que ayer no vísteis, que se grabó en el año 2006 y que han plagiado.