En épocas
de crisis, lo que impera es la privatización.
Al
margen de inyecciones de dinero y rescates diversos a aquellos que sistemáticamente
nos han llevado a la ruina, parece ser que privatizar empresas públicas forma
parte del lote de lo que podríamos llamar “ahorro masivo”.
Podríamos
ponernos a hablar largo y tendido sobre los motivos y los culpables de la
crisis, bien a nivel mundial, en Europa o en España. Todos sabemos quiénes son
los responsables de la quiebra global. Tal vez no podamos poner caras
concretas, aunque sabemos que son “ellos”. El ciudadano de a pie no entiende de
bolsa, de divisas ni de los motivos por los que El Mundo o, más concretamente
su sistema financiero, se va a pique. Tenemos una enorme cantidad de datos que
no entendemos, de modo que, para resumir, el caso es que unos cuantos se lo han
cargado todo mientras llenaban sus cajas fuertes de dinero. Todo sea que no
hayan construido una nave espacial y se lleven a unos cuantos elegidos a un
planeta colonizado.
El caso
es que en realidad da igual de quién sea la culpa porque, no se en otros países,
pero estoy absolutamente convencido de que en España no va a haber
consecuencias jurídicas ni políticas al respecto. No entiendo muy bien el
motivo, pero arrastramos una gran tradición de política irresponsable en la que
nadie es capaz de exigir cuentas. Los hay capaces, pero se les silencia rápidamente.
Hasta aquí,
todo claro.
Bueno:
no. No entiendo muy bien cómo se permiten el lujo de rescatar bancos que, al día
siguiente de ser rescatados, descuelgan el teléfono para informar de una nueva
política en la que no se permite tener la hipoteca al descubierto. A ver cómo
lo digo para que se me entienda: “Vamos a
ver, campeón… Os han rescatado a vosotros, no a mí. ¿Qué te hace pensar que, al
día siguiente de que te rescaten a ti, va a crecer el dinero de mi nómina, de
mi cuenta, de mi ayuda…?” Os han rescatado con dinero público. Hasta ahí,
incomprensible, pero lo entiendo. Tras el rescate,
hay una reunión para… bueno, para lo que sea… Voy siguiendo el hilo. Pero en
esa reunión, ¿os drogáis con el dinero que os han inyectado? Porque no me lo explico.
Pero
bueno, lo sigo diciendo: da igual. Es lo que hay y no va a cambiar nada.
Lo que
tampoco me cuadra, y lo digo desde la más profunda ignorancia porque, si algo
está claro es que el pueblo llano de política y economía sabe muy poco, es que
eso de privatizar sea rentable. Ya han pasado años desde la privatización de
Telefónica y Renfe (y otras) y si algo tendríamos que haber aprendido es que
nada cambia. Tenemos unas tarifas de telefonía y de Internet de lo más caro de
Europa y con el peor servicio. Tanto, que Bruselas ha dado unos cuantos toques de
atención y por lo que se ve, algo va a cambiar y no sólo que ya no podrán
ofertarnos terminales.
Sigue saliendo más a cuenta los desplazamientos en coche que coger el transporte público. Así que, privatizar transportes, tampoco ha sido la panacea…
Sigue saliendo más a cuenta los desplazamientos en coche que coger el transporte público. Así que, privatizar transportes, tampoco ha sido la panacea…
¿Y
ahora quieren privatizar el Ave? ¿La sanidad? ¿La educación?
¿…que
no es sostenible? ¿Que no es sostenible?
Lo que
la gente no sabe es que, si la Alta
Velocidad Española es rentable a día de hoy, es gracias a la
línea Madrid – Barcelona. Otras líneas, que se han construido mucho antes y que
a día de hoy yo personalmente sigo sin comprender, no dan más que pérdidas. Madrid
– Sevilla, Madrid – Toledo, Madrid – Valladolid… Y sí: depués de la importante que es la de Madrid - Barcelona, ya hay libertad para construir líneas que generen pérdidas, como la de Madrid - Valencia. Comunicar el centro de la península
con el resto, es inteligente. Pero tardar veinte años en comunicar las dos
ciudades más grandes, es el colmo de la estupidez, máxime cuando, ahora mismo
es la que sustenta todo el tinglado. Pero si echamos un vistazo a la historia
política de España y trazamos un diagrama de Venn, uniendo políticos con sus
ciudades de origen y las líneas de alta velocidad, todo queda más claro. Una
vergüenza.
Y
ahora, hablan de privatizar el AVE. ¿Y qué línea van a privatizar? La lógica
dice que las que dan pérdidas de dinero, para economizar y hacerlas más
rentables. Pero, como esto es España, supongo que el magnate de turno
extorsionará al político de turno para comprar, por un precio irrisorio, la línea
Madrid – Barcelona. Hombre, claro: si quiero comprarme un trenecito, que sea el
que da dinero.
Entonces
¿el Estado vende algo que renta para que otro gane más dinero?
¿Dónde está el ahorro de la privatización? En los sueldos de los trabajadores, en la calidad del servicio, etc. Despidos en tropel y látigos de siete colas. Mañana el tren descarrila y la culpa es del operario. Spanair y unos cuantos accidentes de cercanías dan buena cuenta de ello.
¿Dónde está el ahorro de la privatización? En los sueldos de los trabajadores, en la calidad del servicio, etc. Despidos en tropel y látigos de siete colas. Mañana el tren descarrila y la culpa es del operario. Spanair y unos cuantos accidentes de cercanías dan buena cuenta de ello.
Esto,
hablando del AVE.
Entonces,
si hablamos de Sanidad, ¿también podemos aplicar esta misiva? A partir de
ahora, si privatizan la sanidad, todo va a ser mejor y más barato. El hecho de
que determinadas personas tengan intereses depositados y que, por tanto, tengan
ánimo de lucro, no va a interferir en absoluto en la calidad del servicio, ¿no?
¿Y la
educación?
La
gente no se entera…
YA LO HEMOS
PAGADO.
Y lo hemos hecho entre todos, aportando un poco cada uno para cuidar los unos de los otros. Lo que ha fallado es la gestión. Y, de eso no tenemos culpa los ciudadanos.
Si lo
que quieres es rentabilizar, elimina los cargos superfluos, a los
incompetentes, a los que cobran por estar detrás de una mesa sin hacer nada, a
los cargos de confianza… y pon al frente un consejo formado por gente que ha
estado en las trincheras, que son los que saben lo que se cuece.
Pero
no: aquí, si hay que poner un ministro de Economía, coloco a un banquero;
ministro de Sanidad, un carnicero; ministro de Justicia, un imputado…
Esa no
es la idea.